El río Sena en París

Una vez me dijo un amigo en París: «intenta imaginarte esta ciudad sin el Sena»… Ciertamente, nunca me lo había planteado. Creo que podría imaginarla con la ausencia de cualquiera de sus símbolos, pero sin el Sena no. París no sería la misma. Y menos aún si alguna vez la habéis visto en barco desde el río.

Se pueden hacer recorridos en barco tanto de noche como de día. Al Sena se asoman casi todos los grandes mitos de la ciudad. El Museo del Louvre, la Torre Eiffel, Notre Dame, el Museo de Orsay… Nadie quiere perderse la imagen de ver su rostro flotando en el agua. Los edificios de París son tan coquetos, ¿verdad?.

Porque París no es la misma cuando la ves desde el Sena. Si a pie es un encanto, imaginaros desde el agua. Desde allí parece que todos los detalles sobresalen más. Creo que no hay nada más romántico que pasar la noche cruzando bajo los 35 puentes de París, empapados de la luz que desprende la ciudad.

Se pueden tomar los típicos Bateux Mouches, que surcan el Sena desde el Pont de l’Alma hasta Notre Dame, o bien los Batobus, que suelen parar en lugares como el Ayuntamiento de París o la Torre Eiffel. También hay un pequeño embarcadero en el Ponte Neuf, barcos que nos llevan hasta la Isla de San Luis.

La mayoría de estos paseos llevan guías turísticos, que hablan en inglés y en francés, aunque suelen tener auriculares para traducir en varios idiomas. Los paseos duran aproximadamente una hora y el precio de los billetes suele estar en unos diez euros por persona. La entrada a cualquiera de estos cruceros se puede comprar en el mismo embarcadero donde tomamos el barco.

Pero París también vive a orillas de su río. Siempre recordaré la primera vez que vi Notre Dame. Es como si el Sena me sirviera de guía turístico, y me marcara el camino hasta llegar a los pies del templo. Es imposible no hacerse la típica foto, apoyado en la balaustrada de piedra, con el Sena y Notre Dame de fondo. Típica, sí, pero única y de las que guardas con más cariño.

A orillas del Sena siempre hay turistas paseando, pequeños mercadillos con postales y láminas del París antiguo, terrazas y cafés, y las casitas del Barrio Latino asomando y llamándote.

¿Habéis intentado alguna vez imaginar París sin la silueta del Sena?.

Foto Vía Gantec