París aborda el aspecto más surrealista de Víctor Hugo a través de una completa exposición en la que dibujos del autor galo se mezclan y confunden con los de los seguidores de ese movimiento artístico
La Casa de Víctor Hugo exhibe hasta mediados de febrero del 2014 «La cime du rêve» («La cima del sueño»). En esta muestra una cincuentena de dibujos del autor de «Los Miserables» se yuxtaponen con los de genios del surrealismo prosiguiendo un recorrido temático a través de los castillos, el amor, la naturaleza, el bestiario o los jeroglíficos.
Pese a la similitud de varias obras de Víctor Hugo con las de los surrealistas en su temática y sus técnicas experimentales, esta muestra no busca hacer del escritor un artista surrealista ni mucho menos.
Los surrealistas adoraban los panteones, les encantaba rendir homenaje a sus pintores o escritores preferidos y de los que pensaban que, de alguna manera, estaban en el origen del movimiento surrealista». Así Víctor Hugo se situó en este particular Olimpo junto a Rimbaud, Lautréamont o Apollinaire.
También hubo varios aspectos de este escritor francés que los jóvenes surrealistas no aceptaron del todo, toda vez que Víctor Hugo representaba al poeta con mayúsculas, al poeta profesional.
Por lo tanto, los seguidores de este movimiento dejaron de lado al escritor académico y buscaron en su poesía y su obra gráfica lo extraño, lo singular o lo pintoresco.
Aunque Víctor Hugo no usó nunca más que el dibujo a pluma y la aguada a tinta, empleaba todo tipo de trucos y juegos, en ocasiones de tipo infantil, como darle la vuelta a la pluma para redistribuir la tinta con el lado suave.I
Incluso se atrevio a lanzar tinta u otros líquidos, como té, sobre todo tipo de superficies para crear manchas en las que busca otra realidad más allá de la reconocible y en las que a veces añadía elementos para fortalecer esa otra realidad que está más allá de la perceptible a primera vista.
Foto vía París Musées