El Museo Rodin ha presentado una exposición en la que dialogan la fotografía y la escultura de dos de los creadores más influyentes en cada una de sus artes, Mapplethorpe y Rodin.
La muestra, que podrá visitarse hasta el 21 de abril, está ordenada a partir de siete temas: “Movimiento y tensión”, “Gusto por el detalle”, “Ensamblaje y composiciones”, “Materia y abstracción”, “Sombra y luz” y “Erotismo y condena”.
Coordenadas que vertebran una exposición compuesta por 50 esculturas del Museo Rodin y por 102 fotografías cedidas por la Fundación Robert Mapplethorpe.
La fotografía obsesiva del estadounidense Robert Mapplethorpe se conjuga con las ansias por atrapar el movimiento que inspiraron la carrera del escultor Auguste Rodin.
El Museo Rodin de París enfrenta dos maneras de entender el arte a través de una muestra que, a pesar de la distancia temporal, estética y disciplinar de ambos artistas, demuestra lo parecido que resultaron sus obras.
Mapplethorpe, uno de los fotógrafos más relevantes del siglo XX, se sitúa frente al parisino Rodin, padre de la escultura moderna, y el resultado resulta muy armónico.
Dispuestas unas frente a otras o intercaladas entre sí, las piezas de Mapplethorpe y Rodin parecen pertenecer a un mismo trabajo. De este modo, la fotografía se hace escultura, y la escultura, fotografía, como si las obras del fotógrafo estadounidense completasen a las del escultor francés y viceversa
Además, Mapplethorpe supo captar la perfección del cuerpo del ser humano con fotografías que se basaba en la belleza de los cánones clásicos, en tanto que Auguste Rodin se basaba en la antigüedad clásica grecorromana para realizar muchas de sus famosas esculturas.
Si bien la razón última de los paralelismos que se tienden entre ambos trabajos descansa en cómo juegan con la luz fotógrafo y escultor. Todo ello se puede ver en esta espléndida muestra en el Museo Rodin de París.
Foto vía La República