Charonne, un pintoresco barrio parisino

El barrio de Charonne no es un barrio muy visitado por los turistas. No obstante, en los últimos tiempos, muchas agencias de grafismo y arquitectura se están instalando en esta zona dándole una aire de modernidad que contrasta con sus casas viejas.

La rue des Vignoles, que comienza en el boulevard de Charonne, conserva numerosas calleja sn salida, estrechas y pavimentadas, con una vegetación variada y que correspondían a las separaciones de los viñedos. Estas huellas del pasado se quieren conservar.

El patio alargado del número 31 de la rue des Vignoles fue salvado por los parisinos. Aquí se halla la sede de la lucha antifranquista, la CNT y el movimiento que apoya a los zapatistas del EZLN y al lado de la Asociación Flamenco en France.

Cerca de la place de la Reunion, la curiosa eglise Saint-Jean Bosco sorprende por su modernidad. Es de los años treinta y fue construida por el arquitecto Rotter. En una capilla lateral se conservan las reliquias y la efigie de Dom Bosco (1815-1888), fundador de la orden de los Salesianos.

La muy larga rue de Bagnolet está reviviendo gracias a comercios nuevos y, sobre todo, atrae a muchos noctámbulos donde se cruza con la rue de Pyrénées. Además, visitar la iglesia y el cementerio de Saint-Germain de Charonne es un viaje en el tiempo. Es una de las iglesias más conmovedoras de París, con su pequeño cementerio como mandaba la tradición. Data del siglo XV.

A la altura del número 140 se conserva frente al jardín Debrousse, el elegante Pavillon de l’Ermitage, testimonio de lo que era esa zona en el siglo XVIII. En el número 85 etá la Villa Godin, con sus bonitas casas, y al lado la Villa Lesseps.

Por último, la rue Bagnolet lleva a la plaza del mismo nombre, desde el cual es fácil encontrar la rue Irénée Blanc, que conserva casas de 1920 destinadas a la población obrera y rodeadas de jardines que sorprenden por su tranquilidad.

Foto vía Trivago