La Ile Saint-Louis sigue triunfando

La agencia de viajes en línea «VirtualTourist» ha seleccionado las diez mejores islas en destinos urbanos. Todas ellas aúnan para turistas y lugareños encanto, tranquilidad y, con frecuencia, una pintoresca y variadas oferta cultural en un entorno que parece impropio de una gran metrópoli .

En primer lugar se ha situado  la  Île Saint-Louis. En París, este pequeño reducto actúa como un maravillos ejemplo del eufemismo galo. Quizá  su principal atracción turística es la conocida tienda de helados «Berthillon».

La mayoría de esta isla parisina se dedica hoy en día  a fines residenciales, no obstante también  existen varios restaurantes, tiendas, cafeterías, además de la bella Iglesia de St. Louis en L’Île. En la reputada novela de Marcel Proust «En busca del tiempo perdido» su heroína afirmó que sería un «escándalo» vivir allí.

En segundo lugar se ha colocado  la isla de Kampa (Praga). La capital  de la República Checa en cuentra en Kampa un espacio neutral entre la mirada del Teatro Nacional y el barrio judío, de un lado, y el castillo, del otro. Reconvertida en isla por la «Corriente del Diablo», un canal cavado para molinos de agua (actualmente sólo se conserva uno), es además conocida como «La pequeña Venecia».

Sobre ella cruza el Puente de Carlos, uno de los lugares más fotografiados de la República Checa. Los aficionados de «Los Beatles» conocen Kampa por su «Muro de Lennon», sobre el que los turistas escriben poemas, canciones y rinden homenaje al fallecido  miembro del grupo británico.

Por último, en la tercera posición, se ha situado Ada Ciganlija (Belgrado). Un notable espacio en el que se puede practicar todo tipo de deportes. Ubica en el curso del río Sava en el centro de la capital balcánica, ha alcanzado reconocimiento internacional por sus playas e instalaciones deportivas, que, durante la temporada estival, puede acoger más de  300.000 visitantes durante el fin de semana.

Por lo tanto, una vez más, París sigue en la élite del turismo mundial. Visitar París es una experiencia inolvidable.

Foto vía Hotel Lutece París