La Ruche-Parc Georges Brassens es el barrio más extenso y poblado de la capital de Francia y tal vez sea el menos visitado por los turistas que cada día llegan a París. Si además, añadimos que una de sus zonas más populares, el complejo Montparnasse, se ha incluido en un distrito contiguo, tal vez el deseo de visitar esta zona se reduzca bastante.
No obstane, en una segunda o tercera visita a la ciudad bañada por el río Sena se puede dar una vuelta por este barrio y recorrer sus calles, donde todavía se saborea el tipismo parisino, como rue du Commerce o des Morillons.
Comenzamos la visita por La Ruche en la 52 rue de Dantzig, en el passage Dantzig. Se trata de un precioso edificio circular y metálico construido por el equipo de Eiffel con motivo de la exposición de 1900 como pabellón de los vinos. Al finalizar la exposición el pintor Alfred Boucher adquirió el pabellón y le trasladó a este barrio.
Su fin era convertirlo en una colmena de estudios para artistas como ya sucedía en el Bateau Lavoir de Montmartre. Entre los inquilinos Modigliani, Soutine, Brancusi y Chagall que después jugaría un papel clave para evitar que fuera demolido y sustituido por un moderno bloque de pisos. El edificio fue restaurado tras ser declarado monumento de interés nacional.
Después acudiremos al parque Georgres Brassens en la rue Morillons, esquina con Brancion. El parque es un homenaje a uno de los más grandes autores de la canción francesa, Georgres Brassens, quién después de haber pasado la mayor parte de su vida en el impasse Florimont, se trasladó a la vecina rue Santos Dumont, donde pasaría sus úlitmos años de vida.
Por último, hay que visitar la casa de Pasteur en la 25 rue de Dr.Roux. Es la casa donde vivió este investigador museo que hoy en día se ha convertido en un museo. Hay una cripta donde descansan los cuerpos de Pasteur y su esposa ya que por deseo de la familia no se han llevado el cuerpo del invento de la vacuna contra la rabia al panteón de hombres ilustres.
Foto vía Et si on se promeait