París goza de una gama infinita de restaurantes, de todas las regiones del país y de todas las nacionalidades. Ante una oferta tan variada a veces es complicado elegir. En las zonas más turísticas el tema se complica todavía más pues la mayoría de los restaurantes presentan una oferta muy similar, lo mismo en la calidad de la cocina como en los precios.
La mayor parte de los restaurantes parisinos ofrecen una carta menú o bien varios menús tanto a mediodía como por la noche en los que se permite elegir entre tres o cuatro primeros y otros tanto segundos.
Si se busca economizar a mediodía, algo a tener muy en cuenta, es el llamado «plat du jour» (plato del día), por regla general bien preparado e ideal pra una comida rápida y barata, y por otro la denominada «formule» que suele incluir un plat du jour más otro plato a elegir entre la entrada o el poste y una bebida.
Si lo que se quiere es disfrutar de un buena cocina francesa, habrá que decidirse por los restaurantes de lujo o por los más asequibles bistrot o bistró. Hasta hace no mucho tiempo la palabra bistrot se refería a tascas corrientes. Con el paso del tiempo, esta denominación se ha extendido a bares y restaurantes.
También sobresalen las brasseries. Se tratan de grandes cervecerías donde se servía cocina rápida, pero que hoy por lo general se dedican a los mariscos y pescados y donde se suelen incluir platos de la cocina alemana o alsaciana.
Aquellos a quienes se lo permita el presupuesto habrá que recordarles que en París se encuentran algunos de los más míticos restaurantes de la gastronomía mundial como L’Arpege, la Tour d’Argent, Guy Savoy, Michel Rostang, etc.
Además, están aquellos establecimientos que por su marco o su historia son citas obligadas: Maxim’s, la Closerie des Lilas, Café de la Paix, Jules Verne, Brasserie Lip, Chartier o Gare de Lyon.
Foto vía Para Viajar