Pan y dulces en París

 

En París existe un  inmenso surtido de panes y dulces. La baguette es la típica barra de pan francesa fina; la batard es similar, pero más gruesa, y la ficelle es más fina. Un foougasse es un panecillo achaparrado y crujiente elaborado con la misma harina que las barras que suele prepararse con cebolla, hierbas o especias.

El pan francés se endurece enseguida dando que casi nunca contiene grasa, se debe consumir lo antes posible. El cruasán se elabora ordinaire o au buerre; el segundo lleva mantequilla y es más hojaldrado. El patin au chocolat es un dulce relleno de chocolate que se come para desayunar y el chausson aux pommes está relleno de manzana. Además, un patin au raisins es una especie de rosca de pan rellana de pasas y crema.

Polaine vende el único pan de París conocido por el nombre de su panadero y las rebanadas de pan integral, muy sabrosas, son tan tremendamente populares que se envían recién hechas para satisfacer los antojos de lagunas estrellas de cine de cualquier parte del mundo.

En opinión de muchos, el mejor pan de París se hornea en Ganachaud. En estos antiguos hornos se elaboran 30 variedades diferentes, con ingredientes tan deliciosos como nueces y frutas.

Además, muchos de los delicatassens judíos ofrecen el mejor pan de centeno y la única variedad integral de este tipo. Uno de los mejores es Sacha Kinkelsztajn.

Le Moulin de la Vierge dispone de un molino de lena para hornear pan orgánico y suculentos pastelitos. Max Polaine, seguido por la Boulangeire de l’Ouest, ofercne las mejores barras, fougasses, pasteles y pastas del barrio de Montparnasse.

Por último, Patisserie Secco vende una buena selección de variadas baguettes, ensaladas y excelentes dulces. Pierre Hermé representa en repostería lo mismo que Chanel en moda, y los mostachones de Ladurée son legendarios.

Foto vía The Travel Crew