En las proximidades de la capital de Francia, existen numerosos lugares que merece la pena visitar. En esta ocasión, vamos a conocer la L’isle Adam. Esta pequeña ciudad se halla a 52 kilómetros de París y se puede visitar en una jornada partiendo desde la capital francesa.
Los bellos jardines, los preciosos estanques y sus frondosos árboles, tan numerosos como las viviendas, provocan que L’isle Adam sea parecido a un destino de vacaciones. Encima, la playa que forma el río da todavía mayor belleza a esta ciudad cercana a París.
Os recomiendo pasear por las islas del Oise, comunicadas con la ciudad a través del pont du Cabouillet, y a lo largo de las orillas del río, donde se pueden ver pequeñas embarcaciones.
En primer lugar, se puede visitar la iglesia de Saint-Martin. El elemento más destacado es la portada, que sufrio una gran remodelación durante el siglo XIX. También sobresale el campanario que fue restaurado en el siglo XIX. En el interior, el transepto se alarga a la izquierda con la capilla funeraria del príncipe de los Conti. Por último, hay que fijarse en la cátedra.
Luego, se puede acudir al Musée Louis-Senlecq. Abre todos lo días, salvo los martess, de 14.00 a 18.00 horas. Senlecq fue el alcalde esta ciudad francea entre 1935 y 1941. Este hombre mandó instalar las obras donadas al ayuntamiento al museo que ahora lleva su nombre.
La colección de este museo está formado por un conjunto de obras de muchos artistas que vivieron en esta región francesa, sobre todo, del siglo XIX como Jules Dupré y Emile Boggio.
Por último, en las afueras de L’isle Adam se halla el Pavillon Cassan. Se cuenta que Fragonard fue el constructor de este singular edificio, seguramente debido a un viaje por Italia que este famoso pintor completó. Esta pabellón se levantó en 1790. Fue resturado durante los años 70 del pasado siglo.
Foto vía Wikimedia Commons