El Hotel Lutetia de París cierra sus puertas para someterse a una amplia remodelación

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El Hotel Lutetia de París, un elegante edifico Art déco de más de cien años de historia que alojó  a escritores como James Joyce, Antoine de Saint-Exupéry o André Gide, ha cerrado sus puertas durante tres años para someterse a una  amplia remodelación con el fin de pasar de cuatro a cinco estrellas.

Este establecimiento hotelero fue erigido en 1910 y durante la Segunda Guerra Mundial sirvió de sede para el Abwher, los servicios de inteligencia del Estado Mayor de la Alemania de Adolf Hitler.

En esta remodelación, el hotel  invertirá entre 80 y 100 millones de euros  para crear nuevas habitaciones más amplias, habilitar sus instalaciones para minusválidos y  construir una piscina de 18 metros de largo.

Este establecimiento hotelero de cuatro estrellas, ubicado entre la Torre Eiffel y el Parque de Luxemburgo (concretamente en el número 45 de  Boulevard Raspail)  y adquirido en 2010 por el grupo israelí Alrov por 145 millones de euros, continúa  sigue la senda de otros exclusivos hoteles parisinos.

Así, el hotel Crillon, el Royal Monceau, el Ritz o el Plaza Athénée han acometido varios trabajos de remodelación en los últimos tiempos  para no quedarse anticuados en el mercado de los hoteles del lujo en la capital francesa.

Los propietarios del Hotel Lutetia consideran que la reforma servirá para doblar el precio medio de las habitaciones, que hasta ahora podían reservarse por unos 250 euros, lejos de los 800 o 1.000 euros por noche que llegan a valer las habitaciones más selectas de París.

Además, como parte de la operación de remodelación del Lutetia, el próximo mes de mayo se subastará el 90%  de su mobiliario, unas 3.000 piezas, a las que se añaden unas 8.000 botellas de vinos y licores de su bodega.

Por último, para contentar a las grandes fortunas asiáticas, rusas y árabes, este establecimiento hotelero cuenta con potenciar su larga relación con la intelectualidad, ya que entre su clientela destacan nombres como los de Samuel Beckett, André Malraux, Milan Kundera, Catherine Deneuve o Josephine Baker.

Foto vía Kenexa