El Museo del Louvre ha vuelto abrir sus puertas con normalidad. El pasado miércoles, el museo más visitado del mundo cerró sus puertas de forma temporal por una protesta de los agentes de seguridad. Estos argumentan no dar abasto ante el recrudecimiento de la acción de los carteristas desde hace varios meses.
A pesar de que esta pinacoteca parisina cuenta con medidas de seguridad, ha querido recordar a los visitante que su vigilancia resulta clave durante su permanencia en las instalaciones del museo.
Por este motivo, el Museo del Louvre recomienda que no se compren entradas a los revendedores que se encuentran ubicados en los accesos del museo y que ofrecen además paraguas, latas de bebidas o recuerdos a las personas que esperan en la fila para entrar al Louvre.
El pasado miércoles, un total de 200 empleados del Louvre ejercieron su derecho a no permanecer en su puesto de trabajo, al mismo tiempo que una delegación de los vigilantes fueron recibidos por la dirección a la que manifestaron su preocupación por los carteristas. La dirección del museo parisino apoyó a sus vigialntes y pidió la ayuda a los poderes públicos de París.
Cada vez hay más carteristas y se muestran incluso más agresivos. En muchos casos se trata de menores de edad que, después ser detenidos por la policía, quedan de inmediato en libertad y regresan a las andadas en breve.
Para frenar esta problema, la dirección del Museo del Louvre va a poner en práctica una nueva medida que permitirá a sus vigialantes prohibir la entrada a los accesos subterráneos del museo a personas que hayan cometido con seguridad actos delictivos o que hayan violado de forma repetida el reglamento de visita.
En total, un millar de agentes trabajan en la pinacoteca parisina, de los que la mitad acuden a su puesto de trabajo cada día. Pese a ello, necesitan más ayuda para acabar con el problema de los carteristas.
Foto vía Te Interesa