La restauración de una gran parte del palacete que en el distrito IX de París fue la casa Gustave Moreau y es hoy en día un museo dedicado al artista, sirve para conocer la obra de uno de los pintores simbolistas de mayor renombre en la Francia de fines del siglo XIX.
El Museo Gustave Moreau, ubicado en la calle La Rochefoucault e inaugurado en 1903, tras su muerte, acogio de forma inmediata el conjunto de su obra, legada por el artista a París con la condición de que el sitio fuese conservado en su integralidad y estado original.
En este museo, se puede ver las obras monumentales de este artista galo en un espacio singular a lo largo de tres pisos. En la planta baja se contempla el universo íntimo de Moreau: la sala de estar, su habitación, el comedor y el gabinete íntimo. En este lugar, las obras de Moreau que se aprecian colgadas en las paredes provienen de la colección de Alexandrine Dureaux, la mejor amiga del pintor francés.
Los dos pisos superiores fuero durante la vida Moreaul los talleres de trabajo. En el segundo se encuentra la biblioteca y parte del taller. En el tercero solo existen espacios monumentales en los que trabajaba.
En este lugar se pueden disfrutar con las obras de gran formato como El rapto de Europa, Prometeo, Salomé danzando, los enigmáticos Unicornios, el admirable políptico La vida de la humanidad (1886), Orfeo ante la tumba de Eurídice, un extraordinario Autorretrato, hasta completar más de mil pinturas y unos 5. 000 dibujo.
Por último, en este museo se comprueba como, a finales del XIX, Moreau inspiró no pocos textos y poemas de escritores y compositores como Oscar Wilde, Marcel Proust, Claude Debussy e, incluso, desde el otro lado del océano Atlántico recibía elogios y correspondencia de parte del poeta cubano Julián del Casal. No obstante, tamibén tuvo muchos detractores y personas que despreciaban su arte considerándolo fuera de época y de contexto.
Foto vía Tripadvisor