La exposición «La primavera del Renacimiento» llega al Museo del Louvre

La primavera del Renacimiento

La exposición «La primavera del Renacimiento» se acaba de inaugurar en la sala Napoleón del Museo del Louvre. Se trata de una muestra concebida junto con el Palazzo Strozzi con la que pretende abordar en el nacimiento del Renacimiento, un hito cultural de la historia de la humanidad. Se puede visitar hasta el 6 de enero de 2014.

La exposición,  subtitulada «La escultura y las artes en Florencia. 1400-1460», rinde homenaje al Renacimiento proponiendo un viaje a la Florencia del siglo XV, cuyos artistas encontraron en los clásicos de la antigüedad grecorromana la inspiración precisa para trascender las imposiciones del gótico y conseguir un arte nuevo.

El trayecto histórico y artístico de esta muestra consigue abstraer al visitante de la atención recibida por la pintura renacentista y hacerle reparar en la fuente de inspiración que, para maestros como Donatello, Filippo Brunelleschi, Luca della Robbia, Nanni di Banco, Lorenzo Ghiberti, Desiderio da Settignano, Filippo Lippi, Mino da Fiesole y Michelozzo, significaron  sus antecesores.

Esta exposición alberga 140 obras y se divide en diez secciones. Trata de  ilustrar las innovaciones formales que alumbran el Renacimiento, pero sin olvidar la traslación a la escultura del humanismo, un movimiento filosófico y literario que buscaba en las raíces de la Antigüedad, en la Roma republicana, el saber del hombre antiguo. Todo un hito.

La entrada a la exposición está presidida por la espléndia Cabeza de caballo o Protomé Carafa de Donatello, fechada alrededor de  1455, que aparece emparejada con su antecesora, una Protomé Médicis escupida en bronce en el siglo IV antes de Cristo.

No obstante, el icono de la exposición son los relieves sobre El sacrificio de Isaac realizados para las puertas del Baptisterio de San Juan en Florencia por Ghiberti y Brunelleschi en el año 1401, en respuesta a un concurso público que anunciaba la luz del Renacimiento. En ellas se observa la influencia del Spinario o Niño de la espina y el Torso de Centauro.

Foto vía RTVE.es