Michelangelo Pistoletto, uno de los fundadores del Arte Povera (arte pobre) en la década de 1960, ha esparcido por el Museo del Louvre sus obras a base de objetos cotidianos y espejos para realizar una crítica al consumismo en un icono del arte mundial.
Sobre la pirámide de cristal del Museo del Louvre, Pistoletto instalado una de sus marcas de autor: un gran símbolo de espejos con un trazo parecido al que representa el infinito, sin embargo con tres aros.
Lo denomina «Tercer Paraíso», y es la primera vez que el museo parisino invita a un artista a trabajar sobre su original estructura de cristal, erigida hace casi treinta años en medio de una tremenda polémica. La obra apunta al distrito de negocios de La Defense, donde se levantan los rascacielos de París, y trata de ser una crítica al capitalismo y al consumismo.
La exposición de Pisteletto llamada «Année 1, el Paraíso sobre la Tierra» puede verse hasta el próximo 2 de septiembre en el Museo del Louvre. Una vez engullido por la pirámide, el visitante puede contemplar obras de Pistoletto en varios rincones del museo y participar en un diálogo con la historia del arte, desde la antigüedad hasta la actualidad.
La más reconocible de las casi veinte obras que el artista ha escogido para esta muestra es «La Venus de los harapos», una singular escultura de mármol rodeada de trapos que Pistoletto realizó en 1967, convirtiéndola en un icono del Arte Povera.
Además, Pistoletto ha incluido en su particular diálogo artístico a la obra más famosa del museo parisino, la Gioconda de Leonardo Da Vinci. Además hay que fijarse en «Ragazza che fotógrafa», uno de sus célebres cuadros-espejos de la década de 1960 que enseña a una turista disparando una fotografía, un guiño a los numerosos turistas que a diario inmortalizan a la Mona Lisa con sus cámaras y teléfonos móviles.
Foto vía Terra.es