El Museo del Louvre acaba de inaugurar la exposición «Peupler les cieux», una notable reconstrucción de la reputada población de míticos héroes y dioses que reinaron en el París del siglo XVII desde los techos de sus palacios más lujosos y elegantes. Se puede visitar hasta el próximo 19 de mayo.
Además, los autores de las 88 obras seleccionadas se cuentan entre los más grandes de su tiempo, de Le Sueur a Le Brun, Perrier o La Fosse, toda vez aquel fastuoso ornamento palaciego fue uno de los sectores más importantes de la producción artística del Gran Siglo en la capital francesa.
Esta exhibición aborda cuatro lugares emblemáticos: el Museo Louvre, el desaparecido palacio de las Tullerías por un incendio en 1871, el de Mazarin y el Palacio Lambert.
Allí donde grandes pintores y escultores, y en ocasiones también artistas anónimos realizaron obras maravillosas», muchas de ellas hoy en día desaparecidas, al no ser, por definición, objetos museísticos.
Fueron creadas para sitios particulares y siguieron su misma suerte, excepto cuando ocuparon museos como el Louvre o cuando se ubicaron en palacios reales o en palacios museos como Versalles.
Para tratar visualmente y científicamente este asunto se reunieron dibujos que muestran toda la reflexión, todas las etapas de la concepción de los techos, de las primeras ideas a los estudios de figuras o los dibujos de ejecución.
De este modo, puede contemplarse cómo evolucionó la reflexión de los artistas, el trabajo colectivo y la evolución estilística desde los techos a la francesa y sus vigas pintadas, dominantes todavía hacia 1640, hasta que a fines de siglo se habían generalizado el los salones más aristocráticos de la capital gala las grandes bóvedas unificadas, en un principio de inspiración italiana.
Por último, solo el 10% de las piezas expuestas prepararon decorados que todavía existen»en la actualidad, en parte porque existen obras de catálogos y modelos posibles, pero ante todo por ser un arte tan comlicado, sino imposible, de conservar.
Foto vía Sortir a Paris