El Gran Palais de París acoge una exposición excelente, «Dynamo», que aborda ampliamente el arte abstracto desde 1913 hasta 2013 con 208 obras de 150 creadores del mundo entero, entre ellos Jean Tingely, Jesús Rafael Soto o Marcel Duchamp. Esta interesante muetra permanecerá abierta al público hasta el próximo 22 de julio.
Se trata un amplio recorrido por un siglo de presencia de movimiento y luz en la creación, una invitación para descubrir el arte óptico, cinético, y perceptivo. Sin duda alguna, una opción de ocio en la ciudad bañada por el río Sena.
Las obras no representan nada, no tienen ningún lazo con la escultura o la pintura figurativas, se centran en el movimiento y la luz en sí mismos. Lo que más le interesa al artista es lograr ilusiones ópticas y animar al espectador a interactuar con lo que se expone en el Gran Palais de París.
Los artistas buscaban conseguir efectos de luz sobre la retina, deseaban plasmar su actividad, su vibración, enseñar cómo uno puede quedar totalmente cegado por la luz. Todo ello queda reflejado en esta exposición.
En medio de flashes, laberintos, luces de neón y espejos móviles quien acude a esta muestra vive una experiencia increíble, visual y espacial. Al entrar en contacto con el ojo varias obras se mueven, vibran y cambian de aspecto. La percepción del espectador se encuentra muy perturbada. Una experiencia única.
La exposición se denomina «Dynamo», pero en realidad podría llamarse perfectamente «Vértigo». Así, los artistas que aparecen en esta muestra consideran que el movimiento, la luz, la vibración y la percepción sustituyen a la composición tradicional. Sus efectos perceptivos son claramente vertiginosos.
En definitiva, París sigue estando a la vanguardia de la cultura y el arte. En la capital gala, se puede disfruta de lo mejor en estos campos a lo largo de todo el año.
Foto vía Tyylit