Desde el 29 de mayo y hasta el 25 de junio, el escultor Iñigo Arregi muestra su obra en la galería de arte Hip, ubicada en el centro de París. La exposición consta de 30 esculturas, unos 20 relieves y dos serigrafías en relieve creadas concretamente para esta ocasión.
Si bien algunas de las esculturas que ha llevado hasta París alcanzan los dos metros de altura, la mayoría resultan piezas de tamaño medio, que no llegan al metro, y maquetas de esculturas públicas. Y excepto cuatro ejemplares en madera, el resto son de acero corten. Además, la cabecera de la exposición es la maqueta de Udaren ondoan.
Los visitantes podrán contemplar el juego de las formas de Arregi, una fusión de geometría pura y una parte orgánica. Sus piezas están siempre pensadas para que se expongan en la calle, como escultura pública. Debido a ello, su material preferido es el acero corten.
Las piezas de Arregi suelen presentar una parte donde la materia pesa bastante, sobre todo en la base, y otra de mucha ligereza, repleta de curvas y líneas, en la parte superior. Todo un hito.
Aunque el juego que se establece es complicado de ver en las pequeñas obras, en las de gran tamaño se consigue un diálogo debido a que el movimiento del espectador provoca que las líneas se vayan moviendo y entrelazando de una manera maravillosa.
Por lo tanto, os recomiendo acudir a esta exposición sobre el escultor vasco Iñigo Arregi que ha sido cualificado como el heredero de la vanguardia escultórica vasca. Ahora se enfrenta al reto de conseguir que el público parisino y los visitantes se acerquen a su exposición dentro de las numerosas opciones de ocio que hay en la ciudad bañada por el río Sena. Seguro que triunfa plenamente.
Foto vía Diario de Noticias de Gipuzkoa