El ocaso de los faraones se exhibe en París

Hasta el 23 de julio, el museo Jacquemart-André (ubicado en el número 158 del Bulevar Haussmann)  albergará una exposición del arte concebido durante el reinado de las últimas dinastías faraónicas del Antiguo Egipto, en la que intenta dar a conocer la riqueza y la profusión de las obras de esta época.

No hay que confundir la decadencia política de este período de la vida de Egipto con un falta de interés desde el punto de vista artística. Todo lo contrario ya que fue una época de esplendor cultural como  demuestran las 120 piezas que componen la exhibición provenientes de más de una decena de centros de todo el mundo, desde el British Museum de Londres y el museo egipcio de Berlín  hasta el museo de  Louvre.

Entre las obras expuestas, cuidadosamente seleccionadas por el egiptólogo Olivier Perdu, sobresalen  joyas como la «Cabeza Verde«, busto de origen desconocido tallado en la época de la dinastía Ptolemaica que representa con enorme realismo el cráneo de un sacerdote.

Además, en aquella época Egipto sufrió varias invasiones, pero el arte egipcio no se dejó influir por ello, sino al contrario los artistas  del Nilo dejaron su impronta en otras civilizaciones, como la persa o la romana.

Asimismo, las formas del cuerpo humano, que ya habían sido exploradas en siglos anteriores, cobraron protagonismo en aquellos tiempos, con estatuas en las que puede apreciarse la anatomía femenina con todo lujo de detalles, desde la voluptuosidad de las formas hasta detalles como el vello corporal.

Así,  sale a relucir una naturalidad inédita en un arte tradicionalmente definido por el hieratismo y la rigidez de sus gestos, sin por ello renunciar a una cierta idealización de la fisonomía. La belleza de las obras expuestas parecía algo impensable para aquella época

En definitiva, una ocasión única para conocer este nueva visión del arte en el Antiguo Egipcio. Ideal para los amantes de Egipto y para todos aquellos aficionados al arte y a la historia.

Foto vía Image Shack