En lo alto de la colina del pintoresco barrio parisino de Montmartre, el museo Dalí alberga hasta el próximo 10 de mayo la exposición «Firmado: Dalí«, un recorrido por los recuerdos de Enrique Sabater quien fue amigo personal y secretario del artista español. Una cita ineludible para los seguidores de este genio mundial.
La complicidad entre Dalí y Sabater fue tal que este colaborador no sólo acompañaba a Dalí en todos sus viajes y visitaba su casa a diario, sino que pudo retratar al artista y a su esposa y musa, Gala, en momentos de intimidad; esto se puede ver en la exposición.
Además, en esta muestra se podrán numerosos dibujos, fotografias, bocetos y libros firmados y dedicados a este colaborador de Dalí que demuestran que el sentimiento de aprecio era mutuo.
Asimismo, el espacio Dalí en París recoge durante los próximos tres meses una mezcla ecléctica en la que se puede contemplar desde el famoso teléfono langosta al sofá con forma de labios de Mae West pasando por un retrato a lápiz del escritor Josep Pla.
Tambián hay cartas, libros e incluso documentos profusamente decorados por el artista, que no se contentaba con firmar, sino que habitualmente añadía alguna de sus famosos dibujos, desde un Don Quijote hasta un perfil del «Gran Masturbador».
A la espera de la retrospectiva que prepara el Centro Georges Pompidou para el próximo otoño, esta muestra, que llevaba dos años expuesta en el museo dedicado al artista en Cadaquès (España), será un excelente aperitivo.
En definitiva, una interesante exposición para conocer al Salvador Dalí más íntimo, no tanto para ahondar en su obra la cual es sobradamente conocida por todo el mundo. Esta muestra se asemeja un álbum de recuerdos familiares. Una magnífica ocasión para conocer el Dalí más humano, más personal y más auténtico.
Foto vía Prensa Libre