La exquisita elegancia de la alta costura francesa de los años 50 se en el Palacio Galliera hasta el próximo 2 de noviembre en la exposición «Les années 50», una colección de 120 modelos creados por los más grandes modistos de la época.
De Christian Dior a Chanel, de Balenciaga al Lanvin dirigido por el modisto español exiliado de la Guerra Civil Antonio Cánovas de Castillo; de Jacques Fath a Schiaparelli, el Museo de la Moda de París aborda la evolución de la silueta femenina en la década de 1959, clave para la moda.
Entonces, a la mujer comenzaron a abrirerle un sinfín de posibilidades indumentarias, si bien el modisto dominante de aquella época fue Dior, conel famoso «new look» de ajustada cintura, espaldas redondeadas y faldas de amplio vuelo.
Una de ellas fue la línea «tonneau» (tonel), de volúmenes «evasé», ideada por Balenciaga, inventor de la silueta «baby doll», ambas opuestas a la entallada silueta «reloj de arena» de Dior, que desde 1947 terminó con el espíritu austero y militarizado de la posguerra.
Muy diferentes ambas del estilo Chanel, que, si inciios de siglo había lanzado el famoso «vestidito negro» , en su retorno a París tras la II Guerra Mundial, en 1954, innovó con sus trajes de chaqueta rectos y estrictos.
Las asimetrías de Jacques Fath; la refinada delicadeza de Jacques Heim, introductor del algodón en la alta costura; el sentido de la proporción del joven Hubert de Givenchy o los fluidos plisados de Grès son otros ejemplos de esta muestra.
Por último, Dior, que aparece en 1947 y desaparece en 1957 súbitamente está presente en la exposición debido al gran éxito que tuvo en el mundo de la moda.
En total, alrededor de una treintena de modistos están representados, de los más conocidos hasta los que han caído en el olvido. Admeás, la exposicion refleja cómo la clienta de alta costura podía comprar vestidos de mañana, de tarde, de media tarde, de cóctel, de baile o de gala, pero también de playa, de excursión campestre, de almuerzo, de cena, de gran cena o de gran baile.
Foto vía UOL