Lentamente, las tiendas de arte religisoso van desapareciendo de la plaza de Saint-Sulpice, pero la fuente de Visconti continúa manando como si nada de eso le afectase. Calles llenas de encanto. Servandoni y Férou conducen al jardín de...
Lentamente, las tiendas de arte religisoso van desapareciendo de la plaza de Saint-Sulpice, pero la fuente de Visconti continúa manando como si nada de eso le afectase. Calles llenas de encanto. Servandoni y Férou conducen al jardín de...