Del Puente de las Artes al Jardín de Luxemburgo

Lentamente, las tiendas de arte religisoso van desapareciendo de la plaza de Saint-Sulpice, pero la fuente de Visconti continúa manando como si nada de eso le afectase. Calles llenas de encanto. Servandoni y Férou conducen al jardín de Luxemburgo. La calle Guisarde y la calle de las Canettes, por su parte, recuerdos de un París muy viejo, desembocan en el animado bulevar Saint-Germain. Vamos a conocer varios lugares interesantes de esta ruta parisina.

1º. Instituto de Francia (23 quai de Conti):

Bajo la cúpula edificada por Le VAu en 1663 se reúnen en sesión solemne los académicos. El Instituto de Francia comprende la Academia Francesa creada por Richeliue en 1635, la Academia de Bellas Artes (1663), la Academia de Ciencias (1666) y la Academia de Ciencias Políticas.

2º. Galería Triff (34 rue Jacob):

Al fondo de un patio lleno de camelias floridas, en un marco inspirado por una mansión orienta con su fuente, en la galería Triff venden kilims y tejidos orientales como las suzani. Además, con las lanas más hermosas de Anatolia confeccionan alfombras contemporáneas de coloristas motivos geométricos.

3º.  Mercado de Buci (en la esquina de rue de Buci y la rue de Seine):

Abre de martes a domingo durante todo el día. El mercado de Buci es en realidad una serie de tiendas, pero sus puestos desbordantes de flores, frutas, verduras y quesos ocupan tanto la call que se denomina «mercado».

4º. Plaza e iglesia de Saint-Sulpice (Plaza de Saint-Sulpice):

En esta plaza sombreada con la fuente en su centro llamda de los «cuatro puntos cardinales» que representan a los obispos Bossuet, Fénelon, Massilion y Fléchlerr se creería estar en Italia. Tras la majetusos fachada renacentista de la iglesia se encuentran al entrar las pilas de agua bendita en concha esculpidad por Pigalle y los frescos de Delacroix de la capillta de Saints-Anges.

5º. Senado y jardín de Luxemburgo:

En el magnífico palacio renacentista construido por Catalina de Médicis tiene su sede el Senado. El jardín romántico era antaño el lugar preferido de los artistas y poetas. Hoy, en el estanque los niños hacen navegar sus barquitos, y bajo los árboles hacen sus piruetas los maestros de tai-chi y los jugadors de ajedreza y de belote libran partidas encarnizadas.

Foto vía It’s too late