De Saint-Germain-des-Prés a Sèvres-Babylone

Calle del Cherche-Midi, calle de Grenelle, calle del Four, calle del Vieux-Colombier, calle Bonaparte, bulevar Saint-Germain, son zonas que uno debe visitar y disfrutar durante su estancia en París. Además, el barrio del Carrefour de la Croix-Rouge, marcado por una estatua de Julio César, es el «Faubourg Saint-Honoré» de la ribera izquierda.

Os dejo varios lugares interesantes que se pueden visita camino desde Saint-Germain-des-Prés a Sèvres-Babylone.

1º. Iglesia de Saint-Germain-des-Pres:

 Comparte con Saint-Pierrre de Montmartre el título de una de las más viejas iglesias de París. De la gran abadía románica de los siglos XI y XII no queda sino el campanario-porche la fachada y el deambulatorio.

2º. Plaza Furstenberg:

Esta reducida pero encantadora plaza, en realidad parte de la calle Furstenberg, se presenta a l vista como una escena de teatro a la sombra de una paulonia … Se diría un dibujo de enamorados firmado por Peynet. Delacroix vivió en el número seis y sus casa esa ahora un museo.

3º. Cafés y hermosos en Saint-Germain:

A lo largo del bulevar Saint-Germain se suceden los cafés famosos que vieron y continúan viendo pasar a artistas, escritores, políticos, intelectuales y celebridades varias.

4º. Bon Marché:

Fundado por Arístide Boucicaut y su esposa Marguerite en 1852, fue el primer gran almacén de París. En 1869 recurrieron a Gustave Eiffel para ampliar el establecimiento empleando por primera vez una estructura metálica. Hoy, aquí se encuentra todo aquello más chic y las fashion victims hallarán todo lo que le haga falta.

5º. Calle del Dragón:

En el primer piso del inmueble que hace esquina entre la calle Sèvres y la del Dragón, hay un balcón de hierro forjado pequeño y redondeado, presidido por una linterna y un dragón de bronce. A esta callejuela repleta de boutiques de moda y de accesorios, desembocan dos callejones que os harán retroceder a la Edad Media: el Sabot y el Bernard-Palissy.

6º. Petrusse:

Desde 1994, Petrusse confecciona suntuosos chales y telas con motivos creados por artistas de talento, inspirados en los tejidos antiguos que constituyen el fondo histórico de la casa, como cachemires europeos de los siglos XVIII y XIX, u obis de quimonos.

Foto vía ExperienceParís.com