La Pinacoteca de París recuerda el Art Nouveau merced a la primera retrospectiva que se presenta sobre este movimiento en la capital gala desde 1960 y en la que se podrán ver más de doscientos objetos de esa corriente artística de fines del siglo XIX e inicios del XX.
Arrinconada poco antes de la Primera Guerra Mundial y sustituida unos años después por el Art Déco, esta corriente artística rompió totalmente con el clasicismo y academicismo. Además dio rienda suelta a la libertad, la transgresión y el erotismo mediante las pinturas, los carteles, las esculturas, las porcelanas o los aderezos.
Esta exposición titulada «L’Art nouveau, la revolution décorative» se podrá ver en la Pinacoteca de París hata el próximo 8 de septiembre.
A partir del año 1895, y con la industrialización y la incertidumbre internacional como preocupante telón de fondo, varios artistas como Gallé, Daum, Gaudí, Klimt o Bugatti apostaron claramente por las formas arabescas, la línea curva y las volutas, al mismo tiempo que abandonaron los convencionalismos de aquella época.
Divertirse ya no sería un tema tabú. Los juegos y la sátira estaban permitidos e incluso eran motivo de celebración. Ninguna pauta frenaría la febril imaginación de estos artistas que desarrollaron su trabajo en París, además de Nancy, Bruselas, Londres, Barcelona, Praga, Viena y Túnez.
Desde sus comienzo devino un arte total el cual cubrió la mayor parte de los dominios, desde la pintura, la música, la joyería o la cristalería, hasta el mobiliario o la arquitectura. Asimismo tomó la poesía, la naturaleza y la feminidad como sus referencias.
Por último, los cabecillas de esta estética improvisaron tanto con los soportes clásicos como con las técnicas más diversas, entre ellas la madera, las piedras preciosas, el vidrio, la litografía, la pintura a la cola, el hierro, las tapas de libro, las ilustraciones de revista, los carteles publicitarios y los diamantes.
Foto vía France Info