Las gaviotas se apoderan de la «playa» del río Sena

Una vez ya se ha cerrado  la playa que cada verano se instala en las orillas del Sena llega el turno para las gaviotas.  Estas aves, cada vez más numerosas en la capital gala, inundan con sus graznidos este lugar. Curiosamente llegan muchas a París cuando el mar se encuentra a más de 200 kilómetros.

Las primeras gaviotas argénteas comenzaron a reproducirse hace unos 20 años en París; y, desde encontes,  el fenómeno aumenta, sin ser excesivo. Una de las primeras parejas de gaviotas fueron una hembra cautiva del zoológico del Jardín de Plantas y un macho libre.

En la actualidad, existen medio centenar de parejas de gaviotas instaladas en la capital francesa, en lo alto de los edificios que les recuerdan los acantilados marinos,

A razón de una o dos crías por pareja, se llega hassata unas 200 aves marinas, que no se debe confundiar con las gaviotas reidoras, especie que puede contemplarse desde hace años en los parques de Paris. Éstas viven en París solo en invierno, menos riguroso que en sus regiones de origen, en el centro o el este de Europa, y se van  en marzo.

La alcaldía de París informa en su página web oficial  las diferencias entre las dos especies. La gaviota reidora es más pequeña y presnta las plumas de la cabeza oscuras y el pico rojo. Por su lado, la gaviota argénte tiene  las plumas de la cabeza blancas y el pico amarillo.

Pese al incremento del número de gaviotas, París todavía no sufre los probleams de las ciudades costeras en las cuales las poblaciones de gaviotas son mucho más importantes y su búsqueda de comida llega  al acecho en banda de las terrazas de los restaurantes y los bares.

En París,  apenas ha habido dos o tres casos de ciudadanos que se quejaron por el ruido de los graznidos. Así,  las gaviotas argénteas son una especie protegida y la alcaldía parisina solo puede proponer dispositivos antinidos. Como mucho, de forma excepcional, puede autorizas a llevar a cabo esterilizaciones de huevos.

Foto vía Flickr.com