Arlés, una larga excursión desde París

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Si tenemos la suerte de realizar un viaje largo a Francia, podemos conocer Arlés de camino a París. Se halla a unos 605 kilómetros de la capital francesa. Arlés es una ciudad ubicada al sur de Francia, a orillas del río Ródano, al  norte de la Camarga y el mar Mediterráneo. Sus edificios medievales, su anfiteatro romano ysus tesoros antiguos han atraído  a numerosos visitantes desde siempre.

En el siglo I a.C., Julio César se apoderó de  Marsella y declaró Arlés colonia romana. Acto seguido,  se convirtió en un próspero centro comercial y una de las principales ciudades de la Galia romana. Arlés. No obstante, cuando el Imperio romano se derrumbó, Arlés fue perdiendo peso.

En Arlés se pueden contemplar varios monumentos de la época romana y románica. De ellos, ocho han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981: Las arenas (el anfiteatro romano); el teatro antiguo (teatro romano); las galerías subterráneas y el foro romano; las termas romanas de Constantino; las murallas del castro romano; Les Alyscamps (necrópolis romana); la iglesia de San Trófimo (iglesia románica); y el Museo Arlaten (exedra romana).

El antiguo teatro romano podría albergar alrededor  20.000 espectadores y actualmente se usa como sede de conciertos. La Venus de Arlés, que se expone en el Museo del Louvre, se descubrió aquí. Sin embargo, el mayor hito de Arlés es su anfiteatro romano, Les Arenes, con capacidad aún  para unas 12.000 espectadores, erigido  a finales del siglo I. En el siglo VII, se transformó en un pueblo fortificado, pero las torres son casi lo único que se conserva de este período. En la actualidad, se utiliza para corridas de toros durante el verano.

También destaca la iglesia románica de San Trófimo, un espléndido ejemplo de la escultura del siglo XII. El friso del Juicio Final que se ve alrededor de la entrada es muy famoso, y en la sala capitular cuelgan bellos  tapices de los Gobelin. Además, se puede contemplar los claustros, donde cada columna tallada es toda una joya.

Por último, hay que visitar el Musée de l’Arles Antique, el circo romano, la puerta de Augusto, la exposición internacional de fotografía, el Palacio des Podestats y la Tour de l’Ecorchoir.

Foto vía Intereconomía