Dreux, una sorpresa cerca de París

 

Dreux es una bella ciudad situada a unos 65 kilómetros de París. La ciudad, recorrida por riachuelos y canales y rodeada de restos de fortificaciones, encierra en su casco histórico interesantes obras arquitectónicas, encantandores rincones y estrechas callejuelas.

Es curiosa la torre renacentista del museo, poco común en esta región. Las casas del sgilo XV de la rue Illiers constratan con los palacios de la rue Rotrou, la rue Parisis y la rue Saint-Jean, con las pequeñas granjas del barrio du Vieux Pavé y aún más con la arquitectura ecléctica del Arsenal des Pompes de 1902.

En primer lugar, podemos visitar el Musée d’Art et d’Histoire Marcel Dessal. En una capilla neorrománica restaurada en la década de 1950 se halla este museo que posee material arqueológico, fragemtos medievales, documentos relativos a la historia local, pero también cuadros, muebles y objetos de varias localidades vecinas.

Luego, acudiremos a la iglesia de Saint-Pierre. Fue edificada en el siglo XIII y después a lo largo de los siglos tuvo varias reformas. Sobresalen los arcos salientes de la nave central, las dos torres del oeste, los dos transeptos, la bóveda, las espléndidas vidrieras y la pila de agua bendita esculpida en un capitel.

También podemos visitar el Ecomusée du Vignoble Drouais et des artisans. Este museo ilustra la historia de los antiguos viñedos de la región y los distintos instrumentos usados para su cultivo. La exposición consta de maquetas, fotos y documentos;  en un ala del museo se exponen aperos de labranza hoy ya desaparecida.

Por último, recomiendo ir a la Chapelle royal Saint-Louis. De estilo neogótico, el cementerio de los Orleans fue construido en medio de las ruinas de la fortaleza de Dreux, en 1816, y fue ampliado por Luis Felipe. Se trata de un magnífico edificio, de estilo híbrido entre el gótico y el renacentista, rematado por una cúpula de 25 metros.

Foto vía Encyclopedia Britannica