La historia del barrio de Montparnasse

Vamos a conocer brevemente la historia de este famoso barrio de París. El nombre de Monte Parnaso evoca la morada sagrada de Apolo y las musas. Esta denominación se debe a unos estudiantes que, en tiempos de la reina Margot, designaban así a un promontorio verdoso que se había ido formando sobre los escombros de unas canteras explotadas durante siglos, y en donde les gustaba reunirse para recitar poemas.

Esta colina fue arrasada en el siglo XVIII quedando solamente el recuerdo de su nombre. Fue a partir de la Revolución francesa cuando el barrio con la apertura de numerosos cafés y cabarets, empezó a ser considerado un lugar de diversión. Los bailes de la polca y el cancán se hicieron famosos en este lugar antes de que se pusieran de moda en París.  Además, en el siglo XIX Haussmann transformó el barrio con la apertura de la rue de Rennes y de los bulevaras de Arago y Raspail.

El barrio también debe su fama a los bretones que a principios del siglo XX se instalaron en los alrededores de la estación donde les dejaba el tren procedente de Bretaña. Los bretones montaron asociaciones y cafés donde se podía tomar los famosos crépes. Los nombres de los cafés todavía reflejan este cho y aún existen creperies en las calles de ‘Odessa y Montparnasse.

Por otro lado, hacia 1900, Montparnasse conoció también la bohemia. Max Jacbo, Appolinaire, Douanier Rousseau y Paul Fort se reunían en La Closerie des Lilas y poco después llegarían los pntores Modigliani, Zadkine, Soutine, Lérge y Chagall.

Los principale cafés donde solían reunirse, Le Dome, La Rotonde, La Coupule y Le Select (todos alrededor del número 100 del boulevard de Montparnasse) eran escenario de interminables tertulias a las que asistían exiliados políticos rusos, como Trotsky y Lenin, músicos como Satravinsky o Satie y los poetas surrealistas André Breton y Cocteau. Incluso Blasco Ibáñez andaba por allí.

En los años 2, los exiliados que llegaban eran de América, huyendo de la América puritana de la época del Prohibicionismo como Henry Miller. Fue la época dorada de la llamada Ecole de Paris que reunía artistas exiliados y terminó con la Segunda Guerra Mundial.

Foto vía Flickriver