Las vistas desde la Torre Eiffel

¿Si da vértigo subir a la Torre Eiffel?. Bueno, un poco sí, para que negarlo. Pero una vez arriba, y enganchados a nuestra cámara de fotos se nos pasa todo. Porque las vistas que se tienen de París desde el último piso de esta torre son fascinantes. ¿Vais a viajar a París y no tenéis pensado subir a la Torre Eiffel?. Hay castigos turísticos para el que no lo haga, ¿eh?.

Porque, ¿cómo prohibiros la posibilidad de tener París a vuestros pies?. Tanto de día como de noche es una oportunidad que, tal vez para muchos, será única. Hay quien prefiere subir de día, para hacer las mejores fotos, aunque hay otros que prefieren paladear la París iluminada, la que dicen que duerme, pero ahí está, en plena ebullición, mostrándose como Ciudad de la Luz que es.

El Sena, el Arco del Triunfo, los Campos de Marte, Los Inválidos, Notre Dame, la Basílica del Sagrado Corazón… A esas alturas es como si estuviérais ante la maqueta de una pequeña París. Todo se concentra: miles y miles de tejados, largas avenidas arboladas, monumentos, puentes, la silueta cristalina del Sena…

Que no os eche para atrás la cola de turistas que esperan para subir a la Torre Eiffel, porque la recompensa merece mucho la pena. Si no podéis controlar vuestro vértigo, cosa que a mí me ocurre a menudo, lo mejor es subir por los ascensores que van entre las estructuras metálicas de la torre, o por las escaleras, hasta la primera o segunda planta. Ya desde allí la vista es estupenda, y os ahorráis del susto y el mal cuerpo del último piso.

Además, la zona es bastante amplia. Fijaros que en ambas plantas hay varias tiendas de souvenirs e incluso restaurantes, entre ellos el famoso Jules Verne (un poco caros… bastante, diría yo…). Los más atrevidos suben hasta la tercera planta. Yo os puedo asegurar que sólo lo hice una vez. Un par de fotos y bajé rápidamente. Al vértigo había que añadirle que hacía algo de viento, y no era muy recomendable la subida. Son casi 300 metros los que nos separan en ese momento del suelo.

¿Mi recomendación?. Subir hasta la segunda planta. Creo que es la que tiene mejores vistas, en la que se puede apreciar con más detalle la ciudad, y, por tanto, en la que disfrutaréis más. Imaginaros una altura de un piso de 35 plantas… Además, para subir hasta el tercer piso hay que pagar una nueva entrada.

Así pues, si tenéis vuestros hoteles en París, y tenéis pensado ir a la Torre Eiffel, no lo penséis. Subid sus escaleras, o hacedlo en sus ascensores, y dejaros impresionar con la sensación de poder tocar con la mano todos los rincones y monumentos de esta mágica ciudad.

Foto Vía Pbase