El Gran Palacio de París

Da para mucho pasear por los Campos Elíseos. La avenida más famosa de París, y posiblemente una de las más conocidas del mundo, tiene edificios para todos los gustos. El secreto está en olvidarse un poco del tráfico, que lo hay, y mucho por esta zona, y caminar tranquilamente.

Nada más salir de la boca de metro de la parada de Campos Elíseos, a la derecha del Puente de Alejandro III, os encontraréis con nuestro protagonista de hoy, el Gran Palacio. Yo le llamo así, aunque en muchas guías de viaje lo veréis con los nombres del Gran Palacio de los Campos Elíseos o el Gran Palacio de las Bellas Artes. Nosotros nos quedaremos con el nombre corto, para diferenciarlo del Petit Palais, o Pequeño Palacio que está a su lado.

El Gran Palacio fue uno más de los tantos edificios que se construyeron en la ciudad con la intención de hacerla más hermosa y monumental. Sí, aunque esto en París pueda sonar raro, con motivo de la Exposición Universal de 1900 aún tenía ganas el gobierno francés de embellecer más si cabe la ciudad. Por eso, ideó la construcción de este palacio en pleno corazón de los Campos Elíseos.

Para mi gusto, es un hermoso edificio de estilo art nouveau imperante en la época, sí. Pero lo que más suele llamar la atención de los turistas es su fantástico techo de vidrio, considerado el más grande de Europa. Sus enormes cúpulas de cristal se pueden ver desde cualquier punto de los Campos Elíseos. De ahí que llame tanto la atención. Más de una foto le echaréis, seguro.

Lo curioso del caso es que, con la corta vida que tiene este edificio, y ha servido de todo. Fue construido con la intención de que albergara la Exposición Universal de 1900, aunque más tarde, durante la Primera Guerra Mundial, llegó a ejercer hasta de hospital militar, gracias a sus enormes dimensiones.

Como siempre, os hacemos una recomendación: si tenéis oportunidad, acercaros hasta el Gran Palacio de noche, cuando se ilumina. A mí me gusta mucho más que a la luz del día. El techo de cristal se llena de luces, y es una pasada. Incluso os fijaréis con más detalle en las esculturas de las cuádrigas que tiene a ambos lados.

Ya sabñeis, olvidaros del tráfico tan intenso que suele rondar por los Campos Elíseos, y dejaros llevar por sus edificios y monumentos. El Gran Palacio es uno de ellos. Y de noche, uffff…

Foto Vía Online Travel France

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