Ile de la Cité

¿Sabéis cuál fue el origen de París?, ¿el primer asentamiento que se produjo en la ciudad?. Pues París nació en la Ile de la Cite. Sobre el año 300 a.C, la tribu celta de los parisii llegaron a esta pequeña isla del Sena. Fue el comienzo de lo que hoy es esta ciudad esplendorosa. No creo que ninguno de aquellos pobladores hubiera imaginado que 23 siglos después hoy París fuera una de las ciudades más espectaculares del mundo.

No sería hasta comienzos del siglo VI de nuestra era cuando, aquella pequeña isla de los parisii, tomó el nombre de Ile de la Cite. La Edad Media y los siglos posteriores sirvieron para que París comenzara a tomar forma. La pequeña Ile de la Cite se fue haciendo cada vez mayor, y los parisinos se decidieron a cruzar a la otra orilla del Sena.

Conociendo esta pequeña historia no extraña ya que uno de los monumentos más importantes de la ciudad, la Catedral de Notre Dame, se construyera precisamente en la Ile de la Cite. Porque este lugar está también considerado como el kilómetro cero de Francia, el punto desde donde parten todas las vías de comunicación del país.

Pero no sólo veremos Notre Dame en la Ile de la Cite, sino que aquí confluyen otra serie de monumentos y lugares de interés, lo que provoca que el bullicio de turistas siempre sea algo genuino.

Se puede visitar la preciosa Saint Chapelle, el palacio gótico de la Concergerie, construido en el siglo XIV por Felipe el Hermoso, el mercado de las flores más antiguo de París, ya que data del siglo XIX, la cripta arqueológica, que alberga restos de las viejas murallas romanas del siglo III, el Ponte Neuf, el Palacio de la Justicia o la Iglesia de la Ile de Sant Louis, construida entre los siglos XVII y XVIII.

Para llegar hasta esta zona de París y disfrutar de todos estos monumentos, la quietud mágica del Sena y las tiendas y puestos de souvenirs, podéis tomar el metro y bajaros en la parada de Cité, o bien en la parada de Saint Michel del RER, los trenes de cercanías que recorren la ciudad.

Foto Vía Ilankelman

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