La famosa Torre Eiffel ha vuelto abrir sus puertas el pasado jueves tras dos días en los que ha estado cerrado debido a una huelga que llevaron a cabo los trabajadores para pedir mejoras laborales, salariales y temas relacionados con la seguridad.
La reapertura de este icono parisino supuso una gran alegría para los miles de turistas que cada día llegan a este sitio para subir a lo alto de la estructura de hierro de más de 300 metros de altura y disfrutrar de una bonita vista panorámica de la capital gala.
La denominada “Dama de Hierro”, erigida en 1889, volvió a abrir sus pudertas tras que los casi 300 empleados decidieran levantar la huelga y permitir la visita de los turistas.
La huelga fue convocada por la Confederación General de Trabajadores, la principal central sindical francesa, para pedir un incremento salarial, mejores condiciones laborales y beneficios de seguridad, si bien la petición fundamental era la renovación de un ascensor del monumento.
Aunque se puede acceder a la torre por las escaleras, éstas solamente llegan a la segunda planta de la estructura, por lo que para acceder a lo alto los visitantes deben usar los ascensores.
Además, la Torre Eiffel cuenta con la particularidad de depender de sus medios de ascensión, por lo que dispone con cinco ascensores, pero uno de ellos está fuera de servicio y los turistas deben esperar largas filas para subir.
En el año 2008 se decidió la renovación del ascensor oeste, un trabajo que estaba previsto concluir en dos años y tendría un costo de 18 millones de euros. Pero, cinco años más tarde el ascensor sigue sin estar disponible y el costo ya asciende a unos 40 millones de euros según un nuevo informe que prevé estará finalizado para 2014.
Los trabajadores consideran que la ausencia de este ascensor afecta a los otros elevadores, que tienen que ser detenidos para labores de mantenimiento y conservación de forma más frecuente. Encima, los visitantes deben hacer largas filas para subir lo que les provoca impaciencia y enfado.
Foto vía Arqhys