Hasta el 8 de diciembre, la galería Le Balde París alberga la exposición «Mark Cohen – Dark Knees (1969-2012), organizada en colaboración con el Nederlands Fotomuseum de Róterdam (Holanda). La obra de Mark Cohen nunca se había exhibido antes en Europa.
Se trata de una oportunidad única para experimentar la brutalidad de la mirada documental de un artista clave de las últimas décadas, muy conocido en Norteamérica, pero con poco eco en Europa. Las fotografías son unas piezas aleatorias de los paseos del fotógrafo durante 55 años por su ciudad natal, Wilkes Barres (Pennsylvania, Estados Unidos de Norteamérica). Este artista nunca ha tomado fotografías fuera de los límites de la municipalidad.
Si bien los organizadores de la exposición remarcan que Cohen presenta una comprensión instintiva de la cualidad escultórica y orgánica de las formas y las líneas, Cohen prefiere hablar de un método intrusivo, una especie de entrada violenta en el espacio del retratado, intentado que éste no se dé cuenta de que le están robando una fotografía y largándose del lugar una vez conseguido capturar la imagen.
Una de las fotografías más destacadas de esta exposición se titula » Man Flinching» (Hombre resistiéndose, 1969), en la cual una persona trata de dar un golpe al fotógrafo para evitar la instantánea. Se trata de una fotografía muy curiosa que refleja muy bien la pasión del fotógrafo en el momento de captar la imagen. El método de Cohen le permite extraer una narrativa que reduce a las personas y los objetos a dimensiones que podrían ser denominadas kafkianas. Las fotografías de Cohen son siempre fragmentarias, sin embargo tienen una nerviosa energía y una bella crudeza.
Los recorridos de Cohen por la ciudad y sus alrededores, siempre determinados de antemano, duran 120 minutos y terminan cuando ha agotado los tres rollos de película que lleva consigo ( este artista siempre trabaja con film químico).
Cohen revela los negativos, cena en tanto se secan y después se pasa a papel entre ocho y nueve fotos, eligiendo directamente sobre los negativos. Hace seis meses, este artista ha dejado Wilkes Bares y se ha mudado a vivir a Filadelfia. Continúa haciendo fotos y no ha abandonado el sistema. Se monta en un tranvía y baja en una parada al azar. Ejercita la mirada y observa para empaparse de la «textura» del lugar.
Foto vía Vimeo.com