París rinde un merecido homenaje a Brassaï, escritor, director y fotógrafo nacido en 1899 en la ciudad rumana de Brasov, un artista que a los cuatro años se enamoró de la capital gala, a la que convertió en el hilo conductor de su inspiración.
Así, hasta el próximo 8 de marzo, se puede ver una interesante exposición sobre su bora en la Alcaldía de París. Se descubrirá el París soñado de Brassaï, el de los parisinos anónimos y el de sus conocidos amigos como Picasso, Henry Miller, Man Ray, Blaise Cendrars o Cocteau
En esta muestra, el visitante pasará de los barrios elegantes de la ciudad que tanto amó, de sus monumentos y sitios secretos de perdición, a los grandes bulevares y sus escaparates, el empedrado de una calle o el beso de una pareja en un bar. París en estado puro.
La muestra se ha dividido en cinco espacios distintos, cada uno relacionado con un aspecto de su obra, siempre buscando la relación con París.
La exposición se centra en los cinco espacios que el escenógrafo quería crear: el París de Marcel Proust, los grafitis, París de noche y París secreto, el París de Picasso y el cine.
Del panel dedicado a los grafitis, Brassaï fue el gran pionero en descubrir la relevancia de ese arte callejero, que fotografiaba meticulosamente, en el marco de su reflexión sobre el origen de la creación a partir del análisis del arte prehistórico.
Brassaï, además de fotógrafo, fue dibujante, periodista, pintor, grabador, escultor y realizador de filmes y tapices. Incluso fue operador en muchas películas, pero sólo realizó una, que apenas finalizada fue seleccionado en el Festival de Cannes de 1957 y premiada y que puede verse en la muestra, cuya primera parte se dedica al archivo personal de fotografías de inicios del siglo XX, que reunió el artista.
Por último, la sección dedicada a Picasso enseña los 40 años durante los que trabajaron juntos y que condujeron a Brassaï a escribir esas Conversaciones con Picasso tan importantes para conocer la obra de ambos genios.
Foto vía Informador