Desde el 3 de febrero y hasta el próximo mes de noviembre, los juegos del trampantojo, el pastiche y las ilusiones ópticas, ya practicados a la perfección por pintores como Zeuxis y Parrasios en la Grecia del siglo V antes de Cristo llegan al Museo de las Artes Decorativas de París con una soberbia exposición.
Titulada «Trompe-l’oeil», la exhibición alberga 400 obras creadas entre los siglos XVII y XXI procedentes de los fondos propios del museo francés, que jamás o raramente han sido antes exhibidas al gran público. Este hecho ahonda en el interés de esta muestra.
La característica más destacada de esta exposición es la rica variedad que presenta de objetos decorativos, textiles, orfebrería y carteles, así como joyas y mobiliario, siempre trabajados con un tratamiento de «Trompe-l’oeil».
En total aborda doce temas, como la doble función de los objetos, la inspiración en otras épocas y la reproducción fiel de materiales. Entre las piezas exhibidas, llama la atención una maravillosa cerámica que imita la textura del metal y un suelo de linóleo que parece madera.
También sobresalen a imitación de joyas bordadas y tatuajes, un vestido Hermès de Alta Costura de 1952 o la capacidad del trampantojo para modificar la imagen corporal, por ejemplo con la utilización de extravagantes pestañas postizas, que se puso totalmente durante la década de 1960.
Otra de las joyas de esta exposición parisina es la presencia de una manzana gigante elaborada con plástico reciclado, reflejo de cómo el trampantojo se transforma según las problemas de cada época. Toda una maravilla.
En definitiva, otra magnífica exposición que podemos visitar cuando viajemos a la ciudad bañada por el río Sena. París es una ciudad donde la cultura ocupa un papel muy importante como se demuestran con las numerosas exposiciones que alberga cada año y el creciente número de visitantes en sus excelentes museos.
Foto vía Prensa Pura Digital