Una exposición desvela el lado más íntimo de los guetos judíos entre 1939 y 1944

El lado más íntimo de los guetos judíos entre 1939 y 1944 se puede ver a través de las 500 fotografías de la exposición «Regards sur les ghettos» («Miradas sobre los guetos»), que acoge  el Memorial de la Shoah París. Se trata de  un sobrecogedor testimonio de una realidad en la que tomar imágenes estaba absolutamente prohibido.

Las fotografías tomadas por el servicio de propaganda del Tercer Reich, por soldados alemanes  y por los propios judíos reflejan la vida de seis guetos polacos desde puntos de vista muy diferentes. Esta muestra estará abierta hasta el mes de  septiembre de 2014.

La intención de esta exposición es mostrar y comparar diferentes  miradas sobre estos guetos judíos  a través de colecciones de fotografías muy diferentes.  Tras poner en situación al visitante mediante una serie de  planos y  una breve introducción histórica, la muestra  deja que los testimonios gráficos hablen por sí solos.

Se pueden contemplar desde los carteles de propaganda más agresivos, que hacen ver que los judíos transmiten graves enfermedades y que sólo saben comportarse adecuadamente y trabajar cuando están muy  bien vigilados, hasta las imágenes más íntimas y tiernas de quienes fueron encerrados para luego ser exterminados.

Merced a judíos que colaboraron con los nazis como Henryk Ross (1910-1991) o Mendel Grossman (1913-1945) , el visitante puede observar  los juegos infantiles del gueto de Lodz o al maltrato sistemático y hasta el fallecimiento en esa misma judería.

Tomar imágenes en los guetos estaba prohibido, excepto para los servicios de propaganda nazi. No obstante, algunos fotógrafos judíos que formaron parte de los «Judenräte» (consejos judíos) colaborando oficialmente, pudieron tomar fotografías particulares. Asimismo, algunos soldados alemanes consiguieron saltarse esa barrera, así como quienes visitaban los guetos en un acto de turismo morboso.

Así, se estima que existen en torno a 15.000  instantáneas de estos guetos, de las que las más escasas son las escenas de deportación, generalmente inmortalizadas por judíos, pues  un nazi jamás podría haberse introducido en un momento tan íntimo y haber pasado desapercibido.

Foto vía Memories Juives