La Opera y los grandes bulevares

Aquí estáis de Napoléon III y de los grandes proyectos arquitectónicos, el de los trabajos de Haussmann, de la burguesía acomodada que disfruta de los placeres de la vida. Apoteosis del comercio, los pasajes son el lugar ideal para pasear en los días de lluvia. En el Grand Café de París, los hermanos Lumiére organizaron la primera proyección cinematográfica.

1º. Opera Garnier:

Situada en la place de la Opera. Charles Garnier, a la sazón un joven arquitecto desconocido, fue el ganado del concurso convocado por Napoleón III para edificar una ópera nueva. Fue inaugurada en 1875. Oropeles, mármoles coloridos, estucos, esculturas y terciopelos carmesís, reflejan el boato del estilo del Segundo Imperio.

2º. Barrio Drouot:

Alrededor de la sala de subastas Drouot ha aparecido un barrio de anticuarios, concentrados principalmente en las calles Provence y de la Grange-Batelière, en el pasaje Verdeau y en la calle Rossini. Aquí impera un ritmo febril de transaccciones.

3º. Bastones de Gilbert Segas:

Se halla en el 34 passage Jouffroy. Al traspasar su puerta, Gilbert Segas os acoge en su decoración teatra, para hacernos descubrirar toda la originalidad de sus bastones antiguos. Los hay en vértebras de tiburón, reservadas a lobos de mar que hayan doblado el cabo de Hornos; tallados por los pobres pelusos en las trinchers de la Gran Guerra; los que ilustran hechos acaecidos …

4º. Pain d’épices:

Se encuentra enel 29-31 passage Jouffroy. Es una tienda que va a hacer las delicias de los niños porque en ellas encontrarán todas las miniaturas necesarias para amueblar una casa de muñecas y el decorado de un tren eléctrico.

5º. Cafe Zéphir:

Está en el 12 bulevar Montmartre. Este café, siempre concurrido, en el cruce de los bulevares  y el pasaje Jouffroy, ofrece ensaladas y platos del días, preparados con deliciosos productos del terruño francés. Ceded a las tentaciones y pedid la truffade de la Auvernia (patatas y quedo fundido), una de las mejores de todo París.

Foto vía Gogobot.com