Passy, un elegante barrio parisino

Los ricos por lo general buscan agruparse y compartir una misma zona. Pues bien en París han elegido ésta. También lo hicieron muchos españoles, aunque no por el mismo motivo, ya que hasta no hace tanto eran los encargados de cuidar la portería y hacer otros menesteres similares.

Su vida social, la de los españoles, giraba en torno a la iglesia española de la rue de Pompe y el colegio vecino. Los franceses, sin embargo, se agrupan en la zona de Passy y Auteuil,  donde han levantado elegantes viviedas que despiertan la envidia de todo el mal visto visitante de la zona.

En primer lugar, visitaremos la Casa-Museo de Balzac (Maison de Balzac) en la 47 rue Raynouard. Se trata de un rincón perdido donde el genial escritor buscó un poco de paz y sobre todo que sus acreedores no le localizarán. El museo actual es un reflejo de su vida y su obra: su mesa de trabajo, caricaturas, grabados, documentos, la famosa cafetera.

Luego, acudiremos al Museo del Vino  (Musée du Vin) en la rue des Eaux, semiesquina con la rue Raynouard. Es uno de los museos más curiosos de París. Se exponen toda clase de artilugios relacionados con el mundo del vino y personajes de cera.

De camino hacia la Maison de Radio-France, pasad por la rue Breton. Empredrada y con las fachadas de las casas cubiertas de hiedra es una de las más románticas de la capital. En el edificio que hoy ocupa la embajada turca, tuvo su consulta el doctor Blanche, que entre otros pacientes trato a los enfermos Nerval y Maupassant.

Seguimos hasta llegar a la Maison de Radio-France en la 116 avenue du Président Kennedy. Se trata de un edificio circular con 500 metros de circunferencia y cinco kilómetros de pasillos. En la planta sótnoa se han construido unos refugios antiatómicos.

Finalmente, llegaremos al puente Mirabeau, construido en 1893 por el ingeniero Résal, el mismo que hizo el puente de Alexandre III. Pero el puente es algo más que un punto de paso sobre el río ya que está íntimamente asociado a un hermoso poema que le dedicó Apollinaire.

Foto vía Inspira y Expira 2011