Salir de copas por la noche no es una costumbre tan extendida en París como en las ciudades españolas; la mayoría de los bares cierra a las 2.00 horas. La gente se reúne sobre las 19.00 horas para el apéro, un buen momento para apreciar las costumbres parisinas.
Al llegar el fin de semana, muchos parisinos se reúnen en casa para hacer lo que llaman fete o simplemente para cenar y charlar. Otros prefieren salir entre semana, cuando los bares están menos concurridos y cuando las calles están menos atiborradas de cochesdando vueltas para aparcar.
Los más jóvenes suelen rondar por Les Halles y Saint-Miche, y los chavales de la periferia y los turistas suelen verse por la Champs Elysées y Pigalle. Les Abbesses, Bastille y Oberkampf son lugares muy concurridos los sábados por la noche, y Belleville y Ménilmontant atraen a un público pintoresco.
El precio de las copas varía sensiblemente de un barrio a otro y, evidentemente, de un local a otro. También según las horas (se cobra suplemento después de las 22.00 horas en muchos locales) o a veces si hay música en vivo.
Conviene evitar los barrios I, II y III si se anda corto de presupuesto y se tiene intención de pasar la noche de bar en bar. En cambio, las zonas X, XI, XII y el este del IV son más baratas, por lo que atraen a los noctámbulos. Hay que recordar que en la mayoría de los bares se cobra un suplemente por estar sentado o por ocupara un asiento en la terraza.
Seguramente, por una cuestión de precio, la gente suele tomar cerveza (4 euros por la noche, 3 euros durante el día), pero en lo que se refiere a las bebidas, la moda de lo latino se va extendiendo a los gustos cocteleros: mojito, ponche, margarita…, todos ellos a unos precios muy variables.
Por último, en estos últimos tiempos han cerrado numerosas discotecas y locales míticos de la noche parisina como La Scala, el China Club, la Fleche d’Or, L’Entracte, etc. Finalmente, la moda de la salsa está cediendo terreno a la música electrónica.
Foto vía Zenzi