Dos días en París, primera parte

Recuerdo que la primera vez que fui a París apenas tenía dos días para poderlo visitar. Hay veces que, por motivos de trabajo, estás en un lugar al que no puedes dedicarle más tiempo. Sin embargo, planificando bien las cosas, visitas, trayectos y demás, puedes llevarte una magnífica impresión. ¿Os cuento cómo planifiqué aquellos dos días en París?.

Llegué muy temprano en la mañana, gracias a que mi hotel estaba junto al Arco del Triunfo. Subí hasta este monumento y pude tener una muy buena panorámica de los Campos Elíseos, el Jardín de las Tullerías, el pequeño Arco del Triunfo del Carrusel y la Plaza de la Concordia. Eso sí, a mis pies se abría una intensa bocanada de tráfico. Menuda es la rotonda del Arco del Triunfo..

Desde el metro de Arco del Triunfo me dirigí hasta la estación de Trocadero, para visitar el Palacio Chaillot, la mejor terraza desde la que se contempla la hermosa silueta de la Torre Eiffel. Ni que decir tiene que no desaproveché la oportunidad de subir a ella y descubrir otra de las panorámicas fascinantes de esta París de ensueño. Si tenéis suerte como yo, martes por la mañana, la cola para subir no será muy larga.

Junto a la torre se encuentra el Campo de Marte, un poco más allá la Escuela Militar, y tras unos minutos andando llegamos hasta los Inválidos, donde está enterrado el cuerpo de Napoleón Bonaparte. La Explanada de los Inválidos conduce hasta el Puente Alejandro III, uno de los más hermosos de París, que, al cruzarlo, nos ofrece la estampa del Gran Palacio y el Petit Palace. A su lado nuevamente la Plaza de la Concordia y la explanada de los Jardines de las Tullerías.

Al final de este jardín se halla el Carrusel, un pequeño arco del triunfo y la célebre Pirámide del Museo del Louvre. Sería imposible poder recorrer este museo en apenas unas horas, por lo que en aquella ocasión me conformé con ver el exterior e imaginar las magníficas obras de arte de su interior. Era hora de comer, y el hambre apremiaba más que la propia imaginación artística.

Tras la vista del Louvre, y pasando por delante de la Iglesia de Saint Germain Auxerrois y el Ponte Neuf, llegué a las primeras estribaciones de la Ile de la Cite. Allí se empieza a divisar la Saint Chapelle, la Concergerie y, cómo no, la esplendorosa Catedral de Notre Dame. Es imposible no perderse por aquí para pasar la tarde, pues la visita de la Saint Chapelle y Notre Dame son momentos de placer para tomárselos con tiempo.

Antes de volver para descansar en el hotel, lo mejor es pararse en alguno de los bares y restaurantes del cercano Barrio Latino, el mejor lugar para pasar la noche en París. Las cafeterías tienen un ambiente bohemio y jovial, ideales para una copa y preparar nuestro segundo día de turismo en la ciudad…

Foto Vía Travel Journals

1 ComentarioDejar un comentario

  • […] Hay que levantarse tempranito en nuestro segundo día en París, tanto para ver la mañana parisina como, sobre todo, evitar algunas colas intempestivas que nos restan bastante tiempo en visitas como al Museo del Louvre o la Torre Eiffel, si queremos volver a verla. Hoy también es el día para visitar otros museos, como el Museo de Orsay, el Museo Rodin, el Museo Picasso y el Centro Georges Pompidou. Hay que aprovechar nuestros dos días en París. […]